Isabel la Católica: La Reina que Forjó la España Moderna


Isabel la Católica

Infancia y ascenso al trono

Isabel I de Castilla, más conocida como Isabel la Católica (1451-1504), fue una de las figuras más trascendentales de la historia de España y del mundo. Junto con su esposo Fernando II de Aragón, consolidó la unificación de los reinos hispánicos y sentó las bases de lo que sería la futura España. Su reinado estuvo marcado por la expansión territorial, la reforma del Estado y el inicio del Imperio Español.

Isabel nació el 22 de abril de 1451 en el palacio de Juan II en Madrigal de las Altas Torres (Ávila). Era hija de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal. Tras la muerte de su padre en 1454, su hermanastro Enrique IV asumió el trono. Isabel y su hermano Alfonso crecieron en un ambiente de intrigas políticas y tensiones dinásticas.

En 1469, en contra de los deseos de su hermanastro, Isabel se casó con Fernando de Aragón en secreto en Valladolid, sellando así la futura unión de Castilla y Aragón. Para legitimar este matrimonio, se falsificó una supuesta bula papal del papa Pío II, ya que el verdadero documento nunca llegó a emitirse. No obstante, el papa Sixto IV confirmó posteriormente la validez del enlace.

La Guerra de Sucesión y la consolidación del trono

A la muerte de Enrique IV en 1474, Isabel se proclamó reina de Castilla en Segovia, desatando la Guerra de Sucesión Castellana contra los partidarios de Juana la Beltraneja, quien contaba con el apoyo del rey Alfonso V de Portugal. El conflicto finalizó con la firma del Tratado de Alcaçovas en 1479, consolidando a Isabel como reina de Castilla y cediendo a Portugal el dominio exclusivo del Atlántico sur, salvo las Islas Canarias.

Ese mismo año, Fernando heredó el trono de Aragón, estableciendo la Monarquía de los Reyes Católicos. Aunque ambos reinos mantuvieron sus propias leyes e instituciones, la unión dinástica fue el primer paso hacia la creación de un Estado español unificado.

Reformas y fortalecimiento del poder real

Isabel y Fernando llevaron a cabo importantes reformas para fortalecer la monarquía y reducir la influencia de la nobleza:


Conquista de Granada y unificación de la península

Uno de los hitos más importantes de su reinado fue la conquista del Reino de Granada (1482-1492), último bastión musulmán en la península ibérica. La guerra contra los nazaríes culminó el 2 de enero de 1492 con la rendición de Boabdil. Con ello, se puso fin a casi ocho siglos de presencia musulmana en la península ibérica.

A lo largo de la guerra, Isabel y Fernando supervisaron personalmente las campañas, organizando el suministro de tropas y la construcción de artillería moderna. Se emplearon nuevas tácticas de asedio, lo que permitió la caída progresiva de las principales fortalezas nazaríes.

El descubrimiento de América

Ese mismo año, Isabel tomó una de las decisiones más trascendentales de la historia: financiar el viaje de Cristóbal Colón. Firmó las Capitulaciones de Santa Fe, concediéndole títulos y privilegios en caso de éxito. El 12 de octubre de 1492, Colón llegó a América, iniciando un proceso de expansión colonial sin precedentes.

Reformas religiosas y la Inquisición

Isabel, profundamente católica, llevó a cabo una serie de medidas religiosas:


Legado y muerte

Isabel falleció el 26 de noviembre de 1504 en Medina del Campo. Su testamento, un documento de gran relevancia histórica, establece directrices sobre el gobierno, la evangelización de América y la justicia hacia los indígenas. Fue enterrada en la Capilla Real de Granada, junto a su esposo Fernando.

Curiosidades

Conclusión

Isabel la Católica fue una monarca clave en la historia de España y del mundo. Su reinado consolidó el poder real, unificó los reinos hispánicos, permitió la expansión del Imperio Español y transformó la estructura política y religiosa de la península. Su legado perdura como una de las reinas más influyentes de la historia.

Fuentes